24.8.08


1

Las Ideas Parásitas


La soledad y un océano infinito de páginas en blanco: Clipo, el clip del asistente de ayuda del procesador de textos, me miraba con curiosidad; presentía en él el nerviosismo, estaba esperando a que hiciera algo. Cambio su aspecto por el de un encantador gatito. Mil novecientas tres canciones pasean por el winamp de mi ordenador acompañándome en la travesía. La noche es propicia, el clima adecuado. Sólo tengo que comenzar, abalanzarme sobre el teclado para zarpar y contar Mi Historia. Todo el mundo tiene Su Historia, una historia que merece la pena ser contada, y sobre todo que merece la pena ser escuchada, o leída, y cada uno la cuenta a su manera; me preguntaba cómo demonios sería la mía. El gran problema era temer que la historia acabara a la deriva, en naufragio, como tantas y tantas veces en el pasado. El problema es que uno se siente muy pequeño en el océano de historias. Y suenan cantos de sirena que no le invitan a adentrarse en el océano, aunque sea para chocar contra las rocas, estas sirenas sugieren que todo es en vano, que no merece la pena el esfuerzo. Así que podemos empezar hablando de esta idea: El mayor enemigo de uno es uno mismo.

Uno no es uno, sino muchos. Muchísimos. Un ejército de pequeños unos viviendo de incógnito en las distintas áreas de nuestro cerebro, y quién sabe en qué más sitios. La personalidad es como un gran recipiente de ideas. Las ideas son seres vivos ajenos por completo a nuestra propia existencia. Las ideas son seres sin cuerpo que habitan en nuestra cabeza. Las ideas, luchan por salir de nuestro cuerpo en las más diversas formas: en forma de conducta, en forma de verbo, en forma de sueño, de historia, de dibujo… El arte, por ejemplo, en cualquiera de las formas que tiene el arte, son ideas que han logrado escapar porque han encontrado un recipiente, un continente en el que precipitarse, y en su nueva forma yacen y desde su nueva forma viajan a las mentes de otros para seguir cambiando su forma. De esta manera, las ideas buscan la inmortalidad.

Como los seres humanos, algunas ideas son ambiciosas, son Grandes Ideas, enormes como edificios, como buques de guerra, como galaxias algunas, y quedan agazapadas en la mente de uno, ocupando un enorme espacio en la cabeza del pobre incauto y también en su vida diaria. Lo peor es que estas ideas no van a parar hasta que consigan salir y en la forma que ellas desean, y utilizarán todo tipo de trucos sucios para conseguirlo: por ejemplo, a menudo se zampan otras ideas, y terminan creciendo y creciendo hasta serlo Todo en este mundo. Este tipo de ideas tan peligrosas pueden llegar a matarte. ¿Os habéis topado con alguna de esas ideas alguna vez?

En mi cabeza se hospedó una vez una de esas Grandes Ideas. Lo cierto es que era una idea un tanto torpe. Eso sí, tenía un apetito voraz y se tragaba toda pequeña idea que veía. Terminó convirtiéndose en una idea tan grande y obesa, pero tan confusa y disforme que al final ni ella sabía lo que quería, ni cómo debía salir de mi cabeza. Fue realmente un “parto” complicado.

Muchos conocerán la historia del parto de Palas Atenea. Atenea, la diosa griega de la sabiduría y la estrategia, nació de la cabeza de Zeus, con el casco de guerra y con la lanza. Si un hombre puede vivir un parto, sólo puede ser de esta manera. Atenea era una de esas Grandes Ideas, ¡y qué idea amigo!, contener todo el conocimiento existente en la cabeza de uno tiene que ser realmente molesto. Yo no sé lo que le debió costar a Zeus parir a Atenea con casco, pero mi parto no fue ni mucho menos sencillo: me parí a mi mismo, y a una tribu entera de seres que hoy habitan “allá arriba, en alguna luna oscura”.

Esta es la historia de la locura que me hizo cuerdo, es Mi Historia y no sé por donde va a comenzar.

2 comments:

Argax said...

Soy todo oídos, todo ojos, todo curiosidad, así que límpiaté la sangre que pueda quedar en tí despues del parto y siéntate cerca para que puede entererme mejor de esa historia.
Hablame sobre esa multiplicidad que encierras, sobre cual es la forma favorita que tienes de hacerte daño como buen enemigo de ti mismo que eres.
Empieza a teclear.
Tu escribe que yo permaneceré atento.

Saludos.

Argax said...

Segunda lectura de tu texto. Una lectura que se produce después de una tarde frente al ordenador alternando escritura y redacción de un trabajo. Una tarde de ideas.

Supongo que no he hecho más que experimentar la tiranía de las ideas. Debería estar molesto porque me han quitado mi libertad, pero es que sarna con gusto no pica y ahora, mientras escribo esta reflexión, minetras la dejo caer de mi cerebro con texturja de gelatina hasta esta pantalla, ahora pienso que quizás en tardes como esta es cuando me acerco a la verdadera libertad que no es hacer lo que nos apetece sin ton ni son sino averiguar que es lo que queremos hacer en cada momento y hacerlo.

En fin, te imagino en tu feria, haciendo performances y bebiendo en zapatos de tacón, haciendo el loco en definitiva, ya me va apeteciendo a mi también, pronto.

Un abrado.


Sobre mí

My photo
Siempre he estado interesado en la comunicación y en las relaciones sociales, así que en 2001 comencé estudios universitarios de Psicología en Jaén y Nancy (Francia). En 2007 decidí emprender una nueva trayectoria profesional en el mundo de la comunicación y ventas. Simultaneé mi primer empleo como Agente Comercial con estudios de Comercio y Marketing. Pero la vida da un montón de vueltas y este cajón es muy pequeño. Conclusión, me he probado ya cien máscaras y todas me resultan incómodas.

Seguidores