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David Attenborough
Toma el aire y entra decidido en su seno,
descansa ahí un instante y muta,
transfigura a puro elemento,
a anhelo, a eterno mito, a fuga.
entonces gesta, florecimiento,
aún pronto parte, y en la quebradura
toma forma, como perla del sufrimiento,
pero así dolorido de forma, y sólo susurra.
Yo no estaba en el salón de mi casa. No eran las cuatro de la tarde. No era un documental en el canal dos de la televisión. No era un sueño. Era el final de un camino.
En la televisión la voz en off me explicaba todo lo que me estaba ocurriendo en mi interior, y lo disfrazaba de último capítulo de una serie documental de David Attenborough.
A dentro, el cazador, infatigable perseguía a su presa, nada ni nadie le detendría, el cazador había nacido para matar a su presa, y esta había nacido para resistirse y finalmente morir. Y yo, no era más que un mero espectador, sufriendo por las dos partes. ¿Contemplaba? aquel documental con los ojos cerrados (¿adoptó mi mano aquella postura que representaba las astas del animal o sólo lo soñé?, ¿fue esto una elucubración de mi mente o realmente aquella voz en off me lo dijo? ¿soñaba con los ojos abiertos? ¿estaba despierto pero en trance?).
La figura del cazador desnuda, su piel oscura siempre frente al sol, su delgadez extrema, y su expresión en trance.
Aquel animal astado, exótico, ancestral, corría, se ahogaba, su lengua ya no podía mantenerse en su boca, sus ojos deseaban salirse de sus órbitas. Agonía. Algo grande estaba apunto de ocurrir.
Yo mismo, contemplador, en mi trono, de testigo, el emperador, ojos cerrados, sufrimiento, alma retorcida, anudada a los huesos, atemorizada, ¿es este el final entonces?
Llega el momento. El cazador toma su lanza y da muerte al animal. Cae. Mi cabeza se abre. El cazador acaricia a la presa, se acerca a su oreja, le da las gracias, se disculpa. El animal habla.
-Yo sé tu nombre. Tú eres Moahdir.
- Yo sé el tuyo. Tú eres Madre. Yo te lo debo todo. Lamento tener que matarte.
- Acepto y te agradezco mi muerte, Moahdir. Eres libre. Tú y tu familia.
Soy, somos libres. Podemos marchar. Es hora de decir adiós. Paz al fin. He muerto, podré vivir. La carne se abre. Del vientre del animal todo se libera: Moahdir se reencuentra finalmente con su esposa,
El poder de una idea. Sabed que las ideas no son nuestras. Las ideas existen y no las creamos, sino que las tomamos o llegan a nosotros. Otra teoría me dice que, quizás, si llevamos tanto tiempo amando una idea, la idea toma forma real o semi-real, de una manera u otra. Y cuando esa idea persigue la libertad, nada va a detenerla hasta que lo consigue. Hasta que llega el momento adecuado y encuentra la forma y el cuerpo desde el que marcharse y ser libre, no parará de golpear, morder y gritar, hasta que escape.
Y las Madres, las Madres Fáusticas, contemplan, sonríen y aceptan, pero tienen sus reglas, y nadie puede desafiarlas. Y nadie, puede escapar de las Madres… ¿nadie? Quizás no nosotros, intermediarios, pero nuestras ideas quizás sin pueden huir. Sólo hay que perseguirlas incansables, hasta que encontramos una forma de abrir su vientre y partir.
3 comments:
Fluir, fluir, fluir...
El cambio interno de lo que por fuera aparece como estático.
LA circularidad del odio y el amor.
Muchos conceptos subyacen en tu texto amigo.
Y por encima de todas ellos hablas de la religión que practicamos, hablas de esas ideas que no nos pertenecen. Anda que no se siente bien uno cuando consigue rozar siquiera una.
Un abrazo ya de los que aprietan un poquito.
Releeré el texto eso seguro.
COMO TU DIGISTE EN MI BLOG; APASIONANTE XP, PERO PACIENCIA QUE YA EMPEZARÉ A ESCRIBIRLO CUANDO ME ENTERE COMO FUNCIONA EL PUTO HTML Y TENGA ALGO CHULO QUE DECIR -ALGUNA IDEA?-, DE MOMENTO, PUEDES DELEITARTE -NO ES TAN APASIONANTE PERO PUEDE PASAR- CON MI BLOG PERSONAL:
http://jmorsa.spaces.live.com/
-TOMA SPAM-
UN BESO Y YA ME CONTARÁS COMO TE DIÓ POR METERTE EN MI ESPACIO DE BLOGGER SIN USAR, JAJA HASTA PRONTO!
Para cuando más repercusiones de tu ascenso desde os infiernos. Voy conociendo con cuentagotas al nuevo joss, pero para explicar lo nuevo tengo que saber cosas de lo viejo.
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