Goab
A Peter Pan, el niño que quería volar
Y me encontré una bestia alada
y llegué a un lugar distinto,
cuando en su lomo quedé dormido
me llevó de vuelta a casa.
En este planeta tardo
donde las sombras crecen lentas,
donde el sol aún no quema tanto
y descansan callados ciegos bardos.
Aquí, donde el león me domestica,
en la tarde abre salvajes sus fauces
y para impresionarme ruge sobre mí
su canto de pureza invicta.
Este león que es sólo un cachorro
anciano de melena y alma plateadas,
destellos de plata en sus ojos,
en su pelo y en sus patas.
Y allí donde la plata fundida
se cierne y arde en mi pecho roto
con la velocidad del guepardo
cabalgamos ambos a lomos
de un solo corazón.
A Peter Pan, el niño que quería volar
Y me encontré una bestia alada
y llegué a un lugar distinto,
cuando en su lomo quedé dormido
me llevó de vuelta a casa.
En este planeta tardo
donde las sombras crecen lentas,
donde el sol aún no quema tanto
y descansan callados ciegos bardos.
Aquí, donde el león me domestica,
en la tarde abre salvajes sus fauces
y para impresionarme ruge sobre mí
su canto de pureza invicta.
Este león que es sólo un cachorro
anciano de melena y alma plateadas,
destellos de plata en sus ojos,
en su pelo y en sus patas.
Y allí donde la plata fundida
se cierne y arde en mi pecho roto
con la velocidad del guepardo
cabalgamos ambos a lomos
de un solo corazón.
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