22.5.07

Goab
A Peter Pan, el niño que quería volar

Y me encontré una bestia alada
y llegué a un lugar distinto,
cuando en su lomo quedé dormido
me llevó de vuelta a casa.

En este planeta tardo
donde las sombras crecen lentas,
donde el sol aún no quema tanto
y descansan callados ciegos bardos.
Aquí, donde el león me domestica,
en la tarde abre salvajes sus fauces
y para impresionarme ruge sobre mí
su canto de pureza invicta.
Este león que es sólo un cachorro
anciano de melena y alma plateadas,
destellos de plata en sus ojos,
en su pelo y en sus patas.
Y allí donde la plata fundida
se cierne y arde en mi pecho roto
con la velocidad del guepardo
cabalgamos ambos a lomos
de un solo corazón.



6.5.07


Afortunadamente, aún existen cosas que pueden hacerme soñar. Aún cosas con las que puedo elevarme del suelo sin necesidad de hacerme daño, sin necesidad de sacrificar nada. Afortunadamente, no todo es redención, no todo es daño, hay cosas que no me exigen mutar, transformarme, cambiar. Cosas sencillas.

Pero todas las cosas tienen un precio, todas exigen de nosotros algo. Disfrutando de una canción, Diecinueve, de Maga, puedo disfrutar como ya os he dicho, de manera sencilla, no hace falta más que tener el bendito don de poder escuchar. El sacrificio lo han hecho otros por mí, una canción no surge de la nada, sino de un esfuerzo mayor o menor, y todo proceso de creación suele ser largo y complicado. Más aún en un autor como el que se haya detrás de este grupo, todo un poeta, un “trapecista del aliento”. Su música, aunque a veces es terriblemente simple, y su letra que es todo un homenaje al inconsciente, debe ser seguramente, una fuente terrible de sufrimiento y sacrificio. Al menos yo lo creo así. No sé, me gustaría tanto conocerles para preguntarles:

Si me dan la espalda
no sabrán
cuánto Sol le he vendido al mar
por tempestad

Estos versos, de Piedraluna, reprochados con tanto dolor… yo he sentido algo parecido, no sé. Quizás sólo proyecto mis propias inquietudes en su obra

¿cómo pueden hablar de lo que no saben?

A veces uno siente un dolor muy grande en el pecho y no sabe su origen, y le da una forma fatua, fantasmagórica, proteica. Esos son los versos de Maga, al menos para mí. Hay como una sabiduría esotérica y oculta. Una sabiduría ancestral, como si viniera del tronco cerebral y no de la corteza, más aún, como si proviniera de lo más profundamente inscrito en el ADN. Son verdades inmutables que el cerebro lógico no puede dar cabida, pero salen, disfrazadas de letras, de melodías, de efectos, de ritmos…

Y no sé, para muchos Maga peca de ser excesivamente surrealista, y sí, su obra quizás podría encuadrarse ahí. Nuevamente quisiera preguntarles, ¿hasta que punto es simbólica y no surrealista? Pero sea de una lado o de otro poco importa. Porque el trabajo duro ya está hecho, a mí sólo me corresponde, tragarlo, asimilarlo, y dejar que sea mi tronco el que trague los nutrientes de este arte, y luego los dibuje en la corteza, en sus arrugas y circunvoluciones.

He tocado las estrellas
dijistes susurrando
y tenías cicatrices
que podían demostrarlo

Miríada!!

2.5.07

El pistolero (XVI)
Dedicado a Roland de Gilead


Andar el camino infinito del desierto
con la sed del caminante infinita
y ser sus caducas botas polvorientas.
¿Sabrá acaso que nos hayamos en el negro,
en la punta de su bota golpeada?
¿sabrá del destino de pólvora de su bala,
de la rosa que porta en el cuero,
en su bandera al Vacío?

Pero el pistolero sigue incansable,
pateando sin piedad sus miembros,
sus botas desgastadas, sus pistolas,
que son plumas estilográficas,
escupiendo la tinta de sus huesos
y oscureciendo el blanco, y lo dispersa
por las tierras blancas, por la arena
blanca del desierto, el osario.

Sobre mí

My photo
Siempre he estado interesado en la comunicación y en las relaciones sociales, así que en 2001 comencé estudios universitarios de Psicología en Jaén y Nancy (Francia). En 2007 decidí emprender una nueva trayectoria profesional en el mundo de la comunicación y ventas. Simultaneé mi primer empleo como Agente Comercial con estudios de Comercio y Marketing. Pero la vida da un montón de vueltas y este cajón es muy pequeño. Conclusión, me he probado ya cien máscaras y todas me resultan incómodas.

Seguidores