14.6.09










El fausto mental


Me miró a los ojos con aquella expresión
bendita o maliciosa.
Tendrás que decidirte ahora
a mi favor o en mi contra.

Y no lo sé, ya tan solo desconozco,
pues tan sinuosa y discreta era su vía,
tan intrincada y nudosa es la umbría,
que no sé si me encamino o abandono.

Jamás supe ni de su nombre, ni de su reino
su intención, si es que acaso existía.
Pero ocultaba tesoros inmensos
y sé que en un oscuro sótano yacía
muerto; hasta que las arañas acudieron
cuando soñaba que dormía.

3 comments:

elmudo said...

Es misterioso hasta para eso:

La primera vez que lo he leído, no me ha gustado nada.

La cuarta vez me ha gustado mucho.

Tú sabrás con quién te andas tratando... :-)

eρHedro said...

Es Mefistófeles quien tienta y nosotros quienes tenemos que erguirnos en Fausto.
¿Seremos Fausto para el otro?

yosoyjoss said...

bueno, mi teoría es que todos somos Fausto, y somos Mefistófeles, también somos Dios. Los tres son parte de nuestra mente, sólo que a veces, se nos hace muy difícil distinguir eso, y a veces, es muy difícil saber qué pertenece a Dios, y qué al Demonio...

me miró con aquella expresión
bendita o maliciosa


Sobre mí

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Siempre he estado interesado en la comunicación y en las relaciones sociales, así que en 2001 comencé estudios universitarios de Psicología en Jaén y Nancy (Francia). En 2007 decidí emprender una nueva trayectoria profesional en el mundo de la comunicación y ventas. Simultaneé mi primer empleo como Agente Comercial con estudios de Comercio y Marketing. Pero la vida da un montón de vueltas y este cajón es muy pequeño. Conclusión, me he probado ya cien máscaras y todas me resultan incómodas.

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