
El fausto mental
Me miró a los ojos con aquella expresión
bendita o maliciosa.
Tendrás que decidirte ahora
a mi favor o en mi contra.
Y no lo sé, ya tan solo desconozco,
pues tan sinuosa y discreta era su vía,
tan intrincada y nudosa es la umbría,
que no sé si me encamino o abandono.
Jamás supe ni de su nombre, ni de su reino
su intención, si es que acaso existía.
Pero ocultaba tesoros inmensos
y sé que en un oscuro sótano yacía
muerto; hasta que las arañas acudieron
cuando soñaba que dormía.
3 comments:
Es misterioso hasta para eso:
La primera vez que lo he leído, no me ha gustado nada.
La cuarta vez me ha gustado mucho.
Tú sabrás con quién te andas tratando... :-)
Es Mefistófeles quien tienta y nosotros quienes tenemos que erguirnos en Fausto.
¿Seremos Fausto para el otro?
bueno, mi teoría es que todos somos Fausto, y somos Mefistófeles, también somos Dios. Los tres son parte de nuestra mente, sólo que a veces, se nos hace muy difícil distinguir eso, y a veces, es muy difícil saber qué pertenece a Dios, y qué al Demonio...
me miró con aquella expresión
bendita o maliciosa
Post a Comment