Tú no tienes más patria que la de tu cuerpo
y aún así, vas soñando el exilio.
Tú vas pretendiendo otros cuerpos ficticios
e inventas indicios como lechos muertos.
Tú vas eyaculándote entre sombras
y a cada orgasmo te nace una cobra,
se te abre un templo de aliento secreto,
se te engendra en las entrañas una soga.
Tú no tienes más patria que la de tu cuerpo,
largo tiempo exiliado de una vida incierta.
Mientras, van fallándole los pies al suelo
y la cabeza se te llena de espinas negras,
cuando la cruz girante va plateando tu pelo.
Tú no tienes más patria que la de tu cuerpo
Juan, pero aún se te olvida el hecho
de lo sagrado que sí existe en el pan tierno.
Se te olvida el poso amable del vino bueno,
se te olvida lo inasible del viento,
se te olvida la nobleza basta de mi aliento.
Tú no tienes más patria que la de tu cuerpo,
y aún vas soñando el exilio,
y vas llevando la cruz del muerto
como si no confiaras en sus designios.
4 comments:
Uf, te estás saliendo Jose. Esto es un 10. Me froto las manos.
Sólo voy a decir una cosa, pero es para aliviar un poco, nada más: el pobre Juan tenía poco pelo para platear. Yo creo que lo perdió de las broncas que le echaba su amiga Teresa. .-)
Jose, se nota que aquí estás como pez en el agua, que éste es tu sitio. No sabes cuánta alegría.
Me encanta, es de mis favoritos.
Foto de la Alhambra?
Disfruto tanto leyéndote...
Zaz
Me encanto.
Tu no tienes más ptria que tu cuerpo...
Que fuerte
Y la foto es genial de la imaginería árabe Wao.
No sé si esta pieza pertenece a la colección de tu haber literario del que hablabas o es nueva pero igualmente me ha dejado sin cuerpo, sin patria y sin ganas de encontrar el norte y dirigirme a ellos porque estoy demasiado bien en el sitio a donde me ha conducido leerte.
Por fin he sido capaz de comentar algo tuyo...A veces no es suficiente saber qué quieres decir sino encontrar la manera de expresarlo.
Un abrazo
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